SOY EMPRENDEDOR
Una característica distintiva de
los emprendedores tiene que ver con cuánto se conocen a sí mismos y cómo
marcan con su sello
personal los
bienes o servicios que crean. Muchas de las grandes innovaciones de este y
del siglo pasado, tenían que ver con sus necesidades personales o de su
entorno, las que se traducían en un producto que podía cambiar no sólo sus
vidas, sino las de todo su entorno.
Pero
para lograr traducir una inquietud o interés personal en una idea que nos
permita generar un emprendimiento, tenemos que, primero, saber justamente
cuáles son nuestras principales
características,
a qué le dedicamos más o menos tiempo, qué cosas nos gustan y disgustan,
etc.
En
este sentido, el proceso de conocerse a sí mismo, requiere el despliegue de
una serie de competencias y habilidades que permiten realizar una reflexión crítica de
nosotros,
facilitándonos identificar nuestras características generales, valores,
forma de ser y actuar, así como las principales fortalezas y debilidades, las
que, trabajadas correctamente, pueden convertirse en potenciales,
oportunidades, recursos y herramientas. Esta exploración nos permite ir
identificando y desarrollando permanentemente nuestras mejores capacidades
para alcanzar los objetivos que nos proponemos, trazando caminos hacia
nuestras metas de acuerdo a nuestros intereses.
Algunos
conceptos que se manejarán son:
• Intereses: Son los ámbitos o acciones que llaman la atención de una
persona y que disfruta al realizarlas o hacerlas.
• Fortalezas: Corresponden a aquellas competencias y conductas positivas que
favorecen o facilitan la consecución de las metas personales.
• Aspectos por mejorar: Se trata de aquellas debilidades
que se deben superar, para lograr mayor éxito en lo que uno se propone.
Adaptado de Aprender A Emprender (2015)
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